¿Por qué a veces no funciona la terapia?

¿Por qué a veces no funciona la terapia?

En esta sección del blog pretendo dar respuesta a preguntas frecuentes de mis pacientes y seguidores en RRSS.

“Llevo ya 3 meses realizando sesiones pero siento que no avanzo, me siento estancada y con los mismos síntomas”

Recibo estos comentarios de manera casi frecuente y hoy te quiero compartir algunos aspectos que para mi son indispensables tomar en cuenta para que funcione un tratamiento psicológico:

1) Lo básico: Que el psicólogo y el tipo de terapia sea lo que tu necesitas.

Cuando hablamos de problemas psicológicos o enfermedades de salud mental, no todos los psicólogos cuentan. Es realmente importante que hagas “match” con el profesional y su estilo terapéutico. Y esto no tiene que ver con que el psicólogo sea “bueno o malo”, sino con la importancia de que tu necesidad pueda ser resuelta con sus herramientas.

Por ejemplo, para una limpieza dental puedes ir con cualquier odontólogo, pero para un problema de tu mordida, seguramente irías con algún especialista en maxilofacial. En terapia puede ocurrir algo similar, hay distintos estilos de terapia y de soluciones, lo ideal es coincidir en ello. Esto lo puedes investigar en un primer contacto con el profesional, en su página web o también puedes utilizar directores profesionales y filtrar por enfermedad o estilo de terapia.

En mi caso por ejemplo suelo ofrecer una primera sesión informativa gratuita de 30 minutos para ello, para valorar el caso y aclarar todas las dudas del paciente.

Para mi también es importante que haya “química” en cuanto a valores, cultura e idioma. La terapia es un proceso emocional y lo ideal es que como pacientes nos sintamos “cómodos” con esa persona, que podamos ser nosotros mismos y hablar en nuestro lenguaje emocional sin ser juzgados o sin darnos a entender.

Nota: Para casos de ansiedad y estrés, las terapias más recomendadas por su alta efectividad son la terapia cognitiva conductual, terapia de aceptación y compromiso, y estrategias de mindfulness.

2) Tu también tienes que colaborar como paciente:

Tu actitud también puede marcar la diferencia en un tratamiento psicológico, te comparto algunos tips breves para explotar al máximo tu terapia:

Ir con “mente de principiante” y no con actitud de -sabelotodo-. La terapia es un proceso de apertura y conocimiento, si no vas dispuesto a aprender sobre ti mismo, la mente y la vida, seguramente no tenga sentido para ti.

Toma apuntes: Siempre le recomiendo a mis pacientes tener una libreta, cuaderno o bloc de notas digital para la terapia. En cada sesión irán surgiendo preguntas, ideas o recomendaciones que es bueno que te “lleves a casa”.

También es imprescindible que vayas haciendo tus propios apuntes fuera de sesión, en mi caso trabajamos directamente con un autoregistro donde los pacientes van apuntando sus pensamientos y emociones pero esto también lo puedes hacer tú mismo en tu móvil o agenda. Esto te permitirá abrir una puerta de autoconocimiento donde podrás ir identificando mucho sobre ti, también te dará ideas sobre que puntos trabajar en terapia o qué preguntas hacerle a tu psicólogo.

Cumple con las tareas: Muchos psicólogos trabajan con tareas o recomendaciones para realizar fuera de sesión, en mi caso lo hago ya que 1 hora a la semana o quincenal no es suficiente para lograr los cambios que se necesitan, sobre todo si hablamos de hábitos de pensamientos o conductuales. La idea de las tareas es ir generando autonomía en el paciente y “practicar” lo aprendido en sesiones, cuando las cumplimos son de gran utilidad y se genera la sensación de “productividad” o de estar avanzando. Los objetivos terapéuticos y las tareas le dan un sentido al tratamiento que debería generarte involucración (siempre y cuando lo hagas).

Si como paciente no consideras de utilidad las tareas o crees que se te puede hacer difícil por estilo de vida o tiempo, planteáselo a tu terapeuta a ver qué otras opciones puedan surgir o para valorar el hecho de no incluirlas en la terapia. Pero HABLALO, es importante.

Complementa la terapia: Siempre puedes complementar la terapia con otros recursos que también te faciliten el camino. Algunas personas optan por libros, cursos, formar parte de una comunidad, apoyarse de sus amig@s, hacer deporte, etc. Intenta ayudar a tu mente sin saturar o sin agobiarte en la búsqueda de soluciones. El camino tiene que ser sanar y mejorar, no arrancar el problema de tirón (es irreal).

Toma decisiones: En ocasiones la medicina que necesitamos la tenemos en nuestras manos pero por miedo, procrastinación o intolerancia al fracaso no la tomamos. Y con esto hablo de la medicina de soltar y dejar ir lo que no necesites, ya sea un trabajo que no te hace feliz, una relación que no funciona, o un hábito que te hace muchísimo daño. En terapia te ayudaremos a identificar lo que te hace bien y lo que no, pero realmente dependerá de ti el querer avanzar y actuar.

La terapia no es la solución al 100%: En consulta, el psicólogo podrá valorar si existen algunos otros factores que puedan estar interviniendo, en este caso tu descanso, alimentación, consumo de sustancias, entorno tóxico, ambiente inseguro, sedentarismo, soledad, etc. En caso de identificarlos te podrá dar algunas pautas o sugerencias para que también busques mejorar o disminuir esos estímulos que no te hacen bien o que puedes estar necesitando.

De igual manera es necesario recordarte que la salud es un proceso integral y que dependerá de varios factores, intenta priorizar lo que te HACE BIEN y ayudar a tu mente.

Si te queda alguna duda de este articulo no dudes en compartírmela haciendo click aquí o enviándome un mensaje directo en Instagram (@dianavivemas).

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