Tu pareja te ha regalado un viaje de fantasía, una semana en un hotel en la playa con todo pago, te parece adorable el detalle pero al mismo tiempo sientes una presión en el pecho, tu mente se va hacía otro lugar, te entran miedos y dudas si podrás subir al avión y hacer ese viaje.
Miedos frecuentes a la hora de viajar:
- Que nos pase algo en el camino, avión, coche, tren, barco, etc
- No poder controlar la ansiedad y arruinarle las vacaciones a otros
- Enfermarse o sufrir un accidente en el extranjero
- No ser capaz de disfrutar
- Alejarse de casa, de la zona de confort / seguridad
- No saber con exactitud lo que pasara y no tener el control de ciertas situaciones
La ansiedad relacionada a los viajes es principalmente anticipatoria, muchos de mis pacientes que la experimentan notan grandes cambios al llegar a su destino, es una ansiedad generada por la incertidumbre y predicción de todos los escenarios que pueden pasar (generalmente malos), esto no quiere decir que luego durante el viaje no puedan surgir nuevos miedos, pero diría que es diferente y que es más fácil fluir.
¿Qué hacer?
1- Lo primero es aceptarlo con compasión: Muchas veces nos comparamos con otros o nos juzgamos el por qué reaccionamos de esta manera ante los viajes, y la verdad es que todos los seres humanos experimentamos miedo en algún momento, varian las situaciones o la intensidad, pero no es algo por lo que tenemos que castigarnos.
Si es un patrón que ya reconoces en ti, que salir de tu casa o zona de confort te puede generar angustia, lo mejor es aceptarlo como parte del equipaje y no esperar que desaparezca. La expectativa tiene que estar en lograr gestionarlo y verlo como una emoción temporal en el viaje, que no es excluyente de otras, es decir, realmente puedes estar ilusionado y asustado al mismo tiempo por esas vacaciones.
No tienes que sentirte perfecto/a todo el tiempo.
2- Recuerda el por qué y conviértelo en tu propósito: Ya sea que visitarás la ciudad de tus sueños, o que deseas salir de tu zona conocida, o sencillamente quieres complacer a tu familia, CONECTA CON ESO. Dale vida a esa intención desde el amor y la conciencia. Si es un deseo de tu presente, por favor no dejes de intentarlo por miedos del futuro que aún no están pasando.
Si es algo que deseas, go for it.
3- Identifica tus recursos: Soy fiel creyente de que la ansiedad tiene una gran relación con nuestro autoconcepto y autoestima, sufrimos porque no nos vemos capaz de tolerar ese “peor escenario”, si logramos identificar recursos personales que nos hagan sentir más confiados, gestionar ese miedo será más fácil. Algunos ejemplos de recursos:
Recursos personales:
- Organización
- Resolución de problemas
- Rapidez
- Tranquilidad
- Comunicación o idiomas
- Independencia o autonomía
- Entusiasmo
- Humor
- Flexibilidad
- Carácter
- Amor
- Imaginación
- Capacidad de conducir
- Información previa que tengas del sitio
- Tu salud
- Etc
Recursos materiales:
- Teléfono
- Ordenador
- Internet
- Ahorros / dinero
- Seguro de viajes
- Documentación en regla
- Kit de primeros auxilios o medicación necesaria
- Agua o comida
- GPS o Google Maps
- Otros
Recursos humanos:
Personas con las que cuentas ante un problema y que te puedan trasmitir seguridad y paz antes o durante el viaje:
- Tus personas cercanas: Amigos, familia o pareja.
- Asesor o agencia de viaje con quien puedas contar para resolver tus dudas.
- Algún conocido en el lugar de destino.
- Tu psicólogo o médico de confianza.
- Mascota (se que no es humano, pero suelen ser excelente compañía ♥️).
Nota sobre estos recursos:
La idea no es que generes dependencia con alguno de ellos, la idea es que tu mente pueda generar la idea de “si me pasará algo, cuento con diferentes recursos para manejarlo, yo puedo”
Si no te sentiste identificado con esta lista de recursos, no pasa nada, es solo una muestra, pero es importante recordarte que TODOS TODOS TODOS tenemos algún recurso propio. Estamos diseñados para sobrevivir, tanto a nivel mental como físico. Si en tu caso te cuesta identificarlos o confiar en ellos, te recomiendo terapia psicológica, es un espacio donde lo trabajamos.
Haz una lista de tus propios recursos y hazte consciente de ellos con orgullo.
4- Visualiza: Imagina lo que si quieres que pase, utiliza todos tus sentidos y visualiza esa playa, ese campo, ese hotel, esa comida, esa foto, esa sonrisa, pero sobre todo, imagínate a ti respirando, siendo capaz de mantener la calma, y luego sintiendo una gran satisfacción por haber dado el paso. El poder de la visualización es real porque nuestro cerebro aún le cuesta distinguir la realidad de lo imaginario, si conectas con el ejercicio, podrás llegar a sentir mayor tranquilidad respecto a tu viaje. Eso si, practícalo varias veces 🙂
5- La ansiedad solo es una alerta: No significa que realmente algo malo va a pasar. Imagina un simulacro de incendio donde la alarma se activa aunque no haya fuego. Así funciona la ansiedad en tu mente, solo quiere protegerte. Trasmitirle el mensaje de vuelta de que estás seguro/a es importante, ayúdate con tu respiración, con compasión, con traerte amablemente al presente y seguir.
Me gustaría recordarte que realmente darle miles de vueltas a nuestros miedos no vale la pena. Es imposible predecir todo lo que puede suceder y controlarlo. Es un estilo de pensamiento que nos roba energía y que realmente no nos protegerá.
Confiar en tus recursos y en tu capacidad resolutiva es lo que realmente te puede ayudar emocionalmente ante una situación difícil o de riesgo.
¡Confía, suelta y feliz viaje!
Si este artículo te sirvió y logras realizar tus vacaciones de sueño, envíame tus recuerdos a hola@dianavivemas.com, me alegraría mucho verte viviendo más .
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